domingo, 10 de julio de 2016

Microrrelato. Los ancianos

Hay secretos que nunca jamás
deberán ser desvelados porque, 
si se hiciera,
sería el final de las ilusiones


Microrrelato. Los ancianos

Es bien sabido que en toda Confederación, para que pueda ser reconocido su liderazgo dentro de la Federación intergaláctica, se debe cumplir un requisito especial: cada uno de los miembros de su órgano directivo (Consejo) debe ser lo siguiente a ser un adulto. Bien podemos llamarlos ancianos, sin embargo no nos equivoquemos, no se trata de una cuestión de edad. Sólo en las civilizaciones de nivel 4 pueden sus habitantes alardear de aspirar a encontrar algún anciano entre ellos.

Existe un término equivalente para los que no podrían ser ancianos, pero que en teoría podría parecer que han alcanzado el conocimiento y madurez necesarios; los llamaremos maestres, (o gran maestre debido a que es probable que sea único en su especie) - aunque tiene connotación negativa entre el Consejo de la Confederación Galáctica al que pertenezca: porque suena como si fuera una especie de "senador oficioso".


Desde el punto de vista de las civilizaciones aún salvajes, esta postura podría ser considerada un acto discriminatorio; sin embargo desde el punto de vista, no sólo de toda la Confederación, sino además de sus maestres, esta medida tiene todo el sentido del mundo; se hace en aras a la defensa de la Libertad y para el cumplimiento del Pacto que tiene cada uno dentro de lo que espera de ella.


¿Quiénes somos nosotros para cuestionar esa sabiduría o vernos al mismo nivel que un anciano si aún no somos capaces de ser felices por nosotros mismos? La única realidad es que en las sociedades hay secretos que, de desvelarse, podría provocar que aquel que deba aprender se intoxique. Cuando observamos personas que pueden ser intoxicadas con la realidad, podemos decir que no son maestres, y mucho menos ancianos. Aquel que no es anciano siempre correrá el riesgo de ser víctima del filo de una espada oculta en algún rincón de una civilización de este universo.


El endurecimiento y la testarudez puede llevar a personas muy orgullosas a no percatarse de que, por muchas experiencias que hayan vivido, no están capacitadas para adoptar decisiones que no intoxiquen a las civilizaciones representadas en su zona del universo. Y es que existe una edad que sólo es alcanzable mediante el conocimiento gremial tomado en su último grado: el mismo conocimiento que es capaz de hacer daño a la gente.


El anciano tiene tal poder que su sola palabra le basta para hacer sucumbir al universo a sus pies, y nada en este mundo es capaz de herirle..., o eso dicen. Puede que sea una leyenda de maestres...

Registro a4f100 :: 245.23.43.40: JMDR. Los ancianos.




Que tengan un buen día

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