martes, 17 de mayo de 2016

No eres lo suficientemente bueno para pasear por mi barrio, pero ni se te ocurra no invitarme a tu casa

¿Os podéis imaginar hasta dónde puede 
llegar el cinismo de nuestra sociedad?
Parece que me vienen diciendo algo así como que:
"No eres lo suficientemente bueno para pasear por mi barrio, 
pero ni se te ocurra no invitarme a tu casa"


Supongamos que fuera cierto que tengo maquinaria en mi haber que supusiera un avance importante para el campo de la informática: ¿qué derecho tendría yo a negarle el acceso de esta tecnología a otras personas? Ninguno, por supuesto. Sin embargo el problema es otro: ¿qué podría pasar si comparto una tecnología para que los superclase puedan jugar con ella y vanangloriarse de ser los únicos capaces de comprenderla? Lo que pasaría sería que, tan pronto como erren en la manera de usarla, negarán que la culpa sea de ellos, sino de la propia tecnología.

Así que hoy voy a hablar sobre el adanismo.


El adanismo es algo que, a pesar de que lo utilizo en la novela Luces y Espectros para desarrollar conceptos heroicos, lo considero una lacra para la sociedad. Por esa razón también le dedico momentos para entender que nosotros los humanos tenemos un error de serie que nos obliga a creer que los problemas sociales están pensados para que puedan ser resueltos por una persona: somos monarquistas por naturaleza.

Para resolver ese error de serie, debemos mirar el problema de frente y afrontar un cambio de actitud. Igual que no tiene sentido que esperemos que una persona deba ser quien resuelva todos nuestros asuntos como grupo, también es cierto que no debemos esperar en cada individuo un comportamiento ausente de fallos. Es más, dime en qué te fijas para saber en quién te fías y te diré la clase de persona que eres.


Cuando la gente espera que una persona sea la responsable de resolver todos nuestros asuntos, el resultado final cabe esperar que sea un auténtico desastre: porque allá donde no erre, podría corromperse, corromper, haberse corrompido o hacer corromper, entre otros. Tan pronto aparecen nuevos señores que se las dan de ser la gran solución, se les olvida empezar por el principio: por su propia casa ¿Acaso todo esto no es un problema de nepotismo y amiguismos? La pretensión es, por tanto, sustituir una monarquía por otra, una familia por la otra.


Cuando tenemos dos culturas que tienen los mismos principios, los mismos valores, las mismas costumbres, los mismos enfoques..., seguro que visten incluso igual..., ¿nueva política? ¿cambio? ¡Dónde! ¿Por qué darle un tratamiento diferente a los que son exactamente iguales? ¿Por qué darle armas a unos si todo apunta que van a acabar en las manos del otro? Esta pinza que se han montado con la apariencia de bipolarizar entre unos y otros no es más que pura propaganda para arrebatarle al Pueblo su Libertad.

¿Y por qué funcionan las pinzas? Pues funcionan debido a la existencia de una ley que es mencionada en un capítulo del libro: "La siniestra ley del control mental". Ya lo habré comentado en otro post, aquí reincidiré en la idea desarrollándolo de otra manera.
La frecuencia de ideas racionales en fila india y gregaria.
Cuando combinamos la ley de Zipf con el teorema de Lithe, empezaremos a asociar la frecuencia de aparición de un concepto con la probabilidad a que ese concepto se cruce en nuestra mente porque lo consideremos importante. Es decir, la personificación de los problemas para que haya un salvador que se encargue de hacer de chivo expiatorio de todas nuestras faltas no es sino la manera que se tiene de alzar la necesidad de vivir sometidos bajo un monarca. Este error puede ser sometido mediante la razón, siempre y cuando seamos capaces de poner a los medios de comunicación a un lado, y a las instituciones democráticas por el otro. 

Es decir, ¿quiénes son los que aprovechan el poder de los medios de comunicación para alzarse contra las instituciones democráticas y el orden constitucional? ¿Los populistas? ERROR: los fascistas.


El uso de la maquinaria propagandística que ya usaba Göebels sólo puede empujar a la sociedad hacia el deseo de que les digan cómo deben pensar y qué deben leer. Se sentirán felices y orgullosos, como lo exponía en la novela el personaje de Kenshi, al no tener que pararse a pensar qué es lo bueno o lo malo porque ya hay otros que se han preocupado en pensarlo por ti. Cuando le preguntas a un miembro del Opus dei qué opina sobre la censura autoimpuesta a la lectura de libros, éste se siente como querido por los suyos al no tener que leer asuntos turbios o tóxicos..., bueno, pero es que existe la pornografía..., bien, ¿es Kafka pornográfico? ¿y Marx? Y, por otro lado, ¿a quiénes se les censura, por qué, cómo...? Y lo más importante, si esto está a la orden del día de todas las instituciones democráticas españolas, ¿entonces por qué no se regula o se denuncia desde los partidos políticos?

Gracias S. Pablo por eliminar los testimonios que daban a entender las distintas versiones
No es de extrañar que ante tanta obsesión por anular a los enemigos del Partido, poco a poco consigan no sólo retratarse, sino también marcar pautas internas a la hora de dar zancadillas a los propios compañeros. Es decir, estos enfoques son autodestructivos, además de nada democráticos. Haría falta que se mantuviera un meme asquerosamente loco que permitiera su supervivencia al margen de los deseos de sus víctimas, que serían los integrantes de esa secta de poder.

Y en esa tesitura me encuentro yo con ACM e IEEE. Me doy cuenta de que son una secta, pero parece que aún tiene personas que quieren defender esas instituciones. Entonces quieren seguir discriminando a los de mi ralea, mientras arden en deseos de que les invite a mi casa..., no señores: si mis máquinas no son buenas ni interesantes, entonces no lo serán ni hoy, ni mañana, ni nunca para ninguno de Vds.

No es bueno confundir a los descubridores con los artistas.






Suficiente hasta aquí
Quiero vuestros comentarios
No dejéis sentar ningún dogma



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