viernes, 16 de octubre de 2015

Luces, cámara..., ¡acción!

Se levanta el telón,
 aparece un periodista diciendo que se encuentra en un escenario, 
pero nadie le hace caso..., 
¿cómo se llama la película?

Lectura de pensamiento: "Paso de Varufakis"

Muchos se quejan, y con razón, de la clase de mundo en la que estamos inmersos. Pero este mundo es tal como nosotros lo configuramos. Somos nosotros los que conformamos quiénes nos representan. En mi novela hay un momento en el que hace presencia una gárgola, pero da la impresión, por cómo describo la escena, que sólo una persona ve a esa criatura con su formato original. 

Los otros dos testigos ven a esa criatura desde el punto de vista tridimensional, esa otra dimensión más electromagnética, esa otra forma de influencia sobre el espacio y que podría conformar la anatomía de un hipotético ser tetradimensional..., directamente se ignora. Podría uno imaginarse unas alas, una complexión reptiliana..., pero serían facciones traslúcidas, no parecerían demasiado tangibles.


Si no te gusta no mires, será como si estuviera donde quieres.

Pero los años nos dicen que puede haber una buena razón para actuar o no: la razón es evitar la frustración. Queremos reservarnos para cuando creamos que vamos a conseguirlo, reservarnos para cuando creamos que el mensaje vaya a quedar bastante claro.


Cuando los violentos están rodeados no actúan.
Sin embargo, de vez en cuando se hace un recuento de todo lo que ha estado sucediendo y nunca pasa nada. Da la impresión de que la gente se sigue reservando más y más, más y más...


Y los reporteros son destituidos, se extraen auténticos bombazos pero a penas recala sobre la sociedad. Sabemos que son unos sinvergüenzas pero da la impresión de que no nos parece tan importante. Es más importante conservar nuestro bando, ¿cuál es nuestro bando? ¿Es tan importante la alineación?


Tan pronto nos definimos con orgullo, tan pronto nos arrepentimos. Quedamos retratados y nos obligan a retractarnos ¿Es tan fácil definirse? ¿Se puede reducir todo a un sí estoy a favor o no, estoy en contra? En ocasiones cedemos todo el poder a unos señores para que la líen..., cuanto más poder tengan más importancia tendrán las consecuencias de sus actos.


Al final da la impresión de que debemos perdonarles cualquier cosa ¿Tan difícil es que no se equivoquen de manera estrepitosa? Es como cuando se ve a un líder de izquierdas defender a capa y espada el trabajar con un iPad en el Congreso, criaturita..., o ver a un líder que defiende la unión de la izquierda someterse a un partido para ocupar un puesto donde no representa a sus bases..., ¡menudo panorama! Me pregunto si aún hay algún valor inviolable...

Por cortesía de..., ¡que no que es coña! Copyleft, ¡cómo si no!
En la medida en la que vemos cómo van colocando líneas rojas vamos distinguiendo su silueta. Es lo único que podemos comprender. Si no marcan líneas rojas entonces, ¿en base a qué nos vamos a poder fiar? Como cuando el presidente promete no subir los impuestos y, entonces..., ¿qué hizo?

En los tiempos antiguos el molinero era el eje de la civilización

Pero algunos seguirán aceptando las nuevas medidas, porque esas líneas nunca fueron rojas para ellos. Línea roja es que no gobiernen los del otro bando; lo único que es lo más pervertible, la alineación. Con qué facilidad un miembro de las juventudes falagistas puede convertirse en el líder de un movimiento socialista, hasta el punto de gobernar un país agrietado con heridas franquistas. Así se consigue que los herederos de la dictadura conserven su patrimonio, su honorabilidad..., su amnistía.


Asumir con vergüenza que nuestro pasado no es digno de orgullo es el primer paso. Pues uno debe aprender a avergonzarse ante sí mismo de lo que fue, ése es el primer paso ¿Cómo podremos responder por nuestros actos si no tenemos actos que sean propios de nuestra forma de ser? Sin una forma de pensamiento bien definida, sólo hay dispersión a nivel ético... Los personajes de mi novela afrontan diversa clase de miedos, y asumir el deber de afrontar un proyecto para hacerlo real es la más importante de las líneas rojas.

¿Y qué ocurre en mi historia cuando algo es demasiado inconsistente y tú demasiado importante? Aparece una luz roja con ganas de devorarte. Es el destino de los que tengan mala ética.

Fundamental: Las blancas juegan de una manera y las negras de otra.

Obeder a las élites más disciplinadas para poder rendir cuentas y que todo cuadre. Pero, ¿qué hay que hacer para que tu denuncia se convierta en un meme, en un juego de ajedrez, una repetición...? Está claro que este autor no puede tener todas las claves, de ser así ya estaría vendiendo esta obra a borbotones.

Pero hay unas claves: 
1. Saber entre los ganchos cuáles son las blancas y cuáles las negras
2. Reconocer a los terceros que no son destino del mensaje. Para crear las reglas y evitarlos.
3. Limitar el ámbito de los destinatarios. Para crear el lenguaje - el tablero.

Y sí, como con los proyectos económicos: la capacidad de riesgo es como tener piezas, conocer el mercado laboral es saber en qué terreno juegas y, por supuesto, las reglas de tu empresa dentro de la realidad jurídica es tu idea de empresa, el mercado. Al final una empresa es una sociedad, y su grandeza real fue correctamente definida por Keynes: son las personas que la conforman. 

El conocimiento os encerrará en la Libertad que elijáis


¡Basta de dogmas! Comenten...


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