sábado, 29 de agosto de 2015

Un mundo nada complejo

Se me ha ocurrido volver a mis orígenes, he estado mirando algunas cosas que tenía hechas; no veo ningún futuro al mundo tal como se están llevando las cosas, pero aún podría ayudar en algo..., podría publicar mis máquinas. Es factible, crear un Start-up a mi medida, que ofrezca mis máquinas virtuales dentro de un formato neutro configurable..., ya tengo algunas cosas mediohechas..., podría funcionar.

Hojeando por la web descubrí una imagen que vale más que millones de palabras:


Muchas de esas clasificaciones, hoy día abiertas, las tengo bien definidas tras replantear los problemas de una manera más compleja y eliminando términos que en realidad no tienen sentido para mí.

Pero en el fondo, para que se me entienda, cuando yo veo esa imagen es como cuando veo esta otra:



Que en realidad es el juego de tijeras-papel-piedra aplicado en vez de en el Z3 en el Z15. Es decir, las reglas es como decirle a dos tipos que elijan un número del 1 al 15, A y B, y se calculan las diferencias A-B y B-A sabiendo que si sale negativo se debe sumar 15. A-B sale mayor que B-A entonces gana A, si sale 0 empate y si no, gana B. Es bastante rudimentario, pero mucha gente se pierde en las reglas no por su complejidad, sino porque son muchas.

Ese es el tema que voy a tratar ahora ¿Qué es la complejidad?



Uno de los conceptos de los que me preocupo en mi libro es de mostrar situaciones complejas, pero sencillas de resolver. En ocasiones sólo sabemos que estamos equivocados, pero no sabemos hasta qué punto porque sólo conociendo la solución podríamos tasar nuestro margen de error.

El mundo es mucho más simple de lo que mucha gente nos intenta hacer creer. Nos intentan hacer creer que las cosas son complejas, ¡no! mi libro es complejo porque yo mismo lo busqué así, pero la manera de ir resolviendo cada asunto es poco a poco, y cada cual lo suyo. Lo complejo es intentar tener una visión de conjunto, cuando eso es algo que no nos corresponde.


Una persona con talento es la que hace que lo complejo se vuelva simple, pero eso sólo se consigue con la fuerza de la costumbre - no con los estudios. Cuando una sociedad tiene por norma no apreciar su talento, entonces verá cómo todas las cosas tienden a hacerse más y más complejas.

Como Vds. ya sabrán, mi libro se puede leer como una utopía, y en las utopías del futuro ocurre que siempre es posible encontrar personas que se quedan fuera del sistema. Es algo en principio inevitable. Lo interesante y el nivel de cultura democrática de un país es la manera que se tiene de relacionarse con los que deciden quedarse fuera. Para los casos que yo consideré en mi novela, al menos uno de los dos que menciono era una persona de prestigio. Así que, dentro de lo grotesco, aún se encuentra el talento. No se puede despreciar ni a nada ni a nadie.


Poco a poco nos encontramos con figuras hoscas, extrañas, que son como tóxicas..., pero una cosa es lo que nos resulta tóxico, y otra es lo que está intoxicado. Como nos muestra la película de Miyazaki, "El viaje de Chihiro", la contaminación intoxica a las deidades; lo cual no las convierte en tóxicas, sino intoxicadas. Una deidad intoxicada es una deidad que no puede hacer bien su cometido. Tenemos la obligación de acoger a todas esas entidades y buscarles un lugar entre nosotros.


Entonces alguien muy sinceramente dirá: "Pero eso es muy complejo", ¡NO!, complejo no es, es complicado. Se hace complicado porque todos y cada uno de nosotros tendríamos que hacer algo muy sencillo y ponernos de acuerdo. Por tanto, no es complejo, es complicado que nos pongamos de acuerdo, en cuanto a que es poco probable. Por lo que lo más probable es que sigamos por el camino más sencillo, que será hacer que el mundo sea cada vez más y más complejo...


En un mundo cada vez más complejo, la gente estará más y más intoxicada por cómo es ese mundo. Y claro, cuanto más sencillo se vuelva todo, mientras mantenga su estructura global compleja, más nos acostumbraremos a ver cosas como ésta:


La solución no es quitarle el trabajo a los niños, sería hipócrita por nuestra parte. Esa no es la solución sencilla: hay otra solución que ataca directamente al sistema y que exige un compromiso conjunto.

Consiste en primero aceptar que existe un problema y, segundo escuchar las voces de los expertos.

Fórmula Maestra:
1. Reconocer que existe un problema
2. Hacer caso de los expertos               
No es que lo haya dicho él, pero así queda más molón.
Y si todos y cada uno de nosotros aceptamos que esa es la manera de actuar, entonces, poco a poco veremos cómo las cosas tienden a ir a mejor. Sin complicaciones, cediendo el puesto a quien le corresponda por ser el más meritorio. Aceptando el lugar que le corresponda a la opinión oportuna. Escuchando todas las apreciaciones y valorando si están o no por encima de nuestras competencias. Y, por tanto, en definitiva, se trata de dar con el experto oportuno que nos ayude a ver cuál es nuestro lugar y, por tanto, cuál es nuestro papel en todo esto.

Si lo hacemos bien, poco a poco las imágenes cambiarán y veremos cómo lo que estaba arriba acaba abajo y, lo que estaba abajo, acaba arriba. Que es como debería de ser.



A estos procesos en los que, dentro de una orgánica, se descubre que los mandamases lo están haciendo cada vez todo más complejo, los llamo dar la vuelta a la tortilla. Esto es, cuando en una organización descubrimos que los que lo gestionan lo están dejando todo patas arriba, lo que hay que hacer es provocar un cambio radical de roles. 


No se trata, de hecho, de simplemente ponerse a ayudar a los demás. En realidad se trata de ser coherentes con nosotros mismos, porque si permitimos que las cosas sigan igual entonces poco a poco nuestro mundo tenderá a estropearse más y más, como a envejecer. Hasta el punto de que ya no quedará nada jovial. Si lo rancio es lo que nos da de comer, entonces ¿qué futuro le espera a nuestra juventud?

En mi novela también hay un personaje que es una infanta. Ella vive dentro de un mundo que, en principio, la proteje y la quiere. Sin embargo, ¿qué futuro le espera a una princesita que está en los ojos de todos para ver que no puede hacer nada? Se trata de un rol que complica mucho al propio sistema cuando no concibe la idea de nobleza dentro de sus propias acciones.




Porque ser noble es servir a los de abajo sin perder la propia condición que deja a esa persona en las alturas. Sin embargo, los hay que se valen de su posición para caer muy bajo. Hay quien se vale de los juegos de manos para avanzar..., avanzar..., ¿a dónde? ¿Qué pretenden conseguir haciendo lo que hacen?


Se mueven bajo un afán de llegar a algo, pero yo sólo consigo ver cómo hacen este mundo más y más complicado, y lo vuelven complejo con sus acciones. Cada vez se hace más difícil de deshacer el entuerto si permitimos que esa gente siga influenciando a los demás.


Por eso mi obra es una invitación a la reflexión y a la rebelión, una propuesta de educación y crítica educativa, un desdén continuo dentro de un momento contemplativo..., no pretendo dar lecciones a nadie, pero cada capítulo es un pequeño adoctrinamiento para quien quiera leer entre líneas. Es, como este blog, un proceso de transmitir mensajes, de emitir gritos desesperados para que nos movamos en una misma dirección, para que nos entendamos..., se trata, en definitiva, de intentar hacer que este mundo sea cada vez menos complejo.

Pero, por encima de todo, se trata de CUESTIONAR el papel de muchas leyes que no sirven para nada, pero que están para que se hospeden cucarachas por los rincones. Los inútiles y los corruptos quieren mantener la complejidad del sistema alegando la historia social del país; sin embargo, en materia de gestión, se ha demostrado que la historia ha sido un error y que hay que cortar por lo sano. Hay que arrasar con las fórmulas y simplificarlas. Y el que no quiera, a la calle, que para eso sirven esas cosas. El problema es que los que no queremos no estamos en la calle.



Ya irá siendo hora de comentar mejor el significado de las cucarachas, que en mi obra hay muchas..., podrían ser como los escarabajos ejipcios, pero con una peculiar mutación..., ya lo comentaré...

No olvidéis comentar. No quiero sentar dogmas.




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